By Ignacio Martín Baró
Read or Download Psicologia social de la guerra: Trauma y terapia PDF
Best no-ficcion books
Paul keres fue uno de los mas grandes jugadores se l. a. historias del ajedrez y uno se los mas significados aspirantes al campeonato mundial durante un tercio de siglo.
Asi Se Pinta Con Lapices de Colores
Los materiales, las tecnicas, los angeles teoria y los angeles practica del Arte de pintar con lapices de colores. Toda una guia para aprender o avanzar en cuanto a tecnica se refiere de este arte.
Additional resources for Psicologia social de la guerra: Trauma y terapia
Sample text
4. La fase Reactiva La fase Fundacional La fase de Crisis Recurrentes La fase Termina. En cada una de las fases tienden a predominar ciertos tipos de miedos, como veremos en lo que sigue. El reinado del miedo La fase reactiva, que normalmente tiende a coincidir con el período inmediatamente posterior a la instalación del régimen militar, se caracteriza por el intento de desactivación y desmantelamiento del sistema político social precedente, principalmente a través de la represión. , la eliminación del enemigo por cualquier medio.
Es posible que los procesos de término del régimen y de transición a la democracia no permitan una exorcización de todos los miedos o que el tiempo mediante no haya sido suficiente para su absorción y superación. Las sociedades tienen grandes capacidades de absorber experiencias dramáticas y gestar su futuro sin referencia directa a la memoria de éstas. No sabemos cuánto de los miedos creados y por los regímenes militares ha quedado y quedará en los individuos y en las memorias colectivas. En todo caso, y aunque nunca el miedo puedo eliminarse del todo, la sociedad democrática deberá enfrentar la posible herencia del miedo que se recibe de estas dictaduras militares, si no se quiere vivir permanentemente amarrado a traumas y fantasmas que de una u otra manera se harán presentes.
El sólo prestar atención a las dimensiones del conflicto que toma lugar en la cámara de tortura en términos políticos, no permite dejar lugar al mundo emocional y vivencial del individuo, con sus respuestas de entonces y ahora. ). Este revestimiento lleva paradójicamente a la negación del contenido político del fenómeno de la tortura. O sea, el ejercicio consciente, sistemático, con objetivos definidos, por sujetos humanos, integrados y partícipes de un sistema de valores que usa recursos extremos para la defensa de sus intereses.